Cuando hablamos de hacer marketing que genere interacciones, nos referimos a la creación de contenidos que cautive a tu audiencia desde el feeling y al mismo tiempo funcione como rampa para la conversión en línea (comprar, registrarse, etc.).

Puede ser que estas posibilidades te parezcan increíbles, pero funcionan. ¿La razón? Se basan en tres principios básicos:

  • Nuestros cerebros confunden lo familiar con lo que nos gusta. Mientras algo nos parezca más familiar, más nos agradará.
  • Existen pruebas que demuestran que las personas similares usan una marca, sus productos o servicios de manera similar.
  • Nuestros cerebros tienden a interpretar evidencia nueva como confirmación de creencias preexistentes, a esto se le conoce como confirmation bias o “confirmación sesgada”.

Notarás que lo que importa es la perspectiva de los clientes. Y es porque su atención es lo que necesitas para posicionar la imagen de tu negocio. ¿Qué es lo primero que debes hacer? Usar los principios de las tomas de decisiones para que tus diseños y conceptos sean fáciles de procesar para el cliente.

¿Y después? ¡Aquí es donde la cosa se pone buena! Cuando hayas proyectado los principios anteriores en tu marca, aparecen los tres tipos de marketing de los que puedes valerte, integrándolos:

1. Material visual para el “cerebro reptiliano”:

Gracias al cerebro reptiliano podemos tomar decisiones. Es el que decide. Pero, lastimosamente, no entiende el lenguaje. Si te lo habías preguntado, ahora sabes por qué en las redes sociales las imágenes funcionan tan bien. Porque, captando nuestra atención, se va directo a esa zona cerebral que llaman el “cerebro reptiliano”.

2. Emoción para el “cerebro límbico”:

¿Te has preguntado cómo se sienten tus clientes con respecto a tu marca o productos? Si te lo has preguntado, entonces seguramente has terminado haciéndote esta pregunta: “¿cómo quiero que se sientan?”. La respuesta, la tienes tú. Pero el mecanismo, ya existe. Para generar emociones que se pueden transformar en decisiones, está el “cerebro límbico”. Te recomendamos: ¡olvídate de los sentimientos y encárgate de generar emociones!

3. Lógica para el neocórtex:

Como las decisiones dependen del “cerebro límbico” y el “cerebro reptiliano”, ¿no hay una capacidad neurológa en donde dejemos de ser impulsivos y tomadores de decisiones? Claro que existe. Y es el neocórtex, la zona cerebral en donde se encuentra la lógica y la razón, fuera de cualquier decisión imaginable.

¿Y el contenido? Las palabras claves pueden ayudarte, al igual que los temas generales. Pero solo una cosa puede ayudarte en esto: entender el proceso de elección de tus clientes. ¡Sé parte de sus decisiones!