El Marketing: Un Mundo de Estrategias Más Allá de las Redes Sociales
En los últimos años, el auge de las redes sociales, los sitios web, el contenido digital para blogs, el email marketing, entre otros, ha centrado toda nuestra atención en estas áreas del marketing. Sin embargo, con tanta relevancia de estas herramientas digitales, hemos dejado de lado otras ramas del marketing que también juegan un papel crucial. De hecho, un solo artículo no sería suficiente para abarcar completamente la magnitud de este fascinante tema.
¿Qué es el Marketing?
Comencemos por definir qué es el marketing, pero no de una manera convencional. Aquí no solo les ofreceré una definición sencilla, sino que abordaremos distintas perspectivas.
Philip Kotler, considerado el padre del marketing moderno, lo define como “un proceso social y administrativo mediante el cual grupos e individuos obtienen lo que necesitan y desean a través de generar, ofrecer e intercambiar productos de valor con sus semejantes”.
Por otro lado, Jerome McCarthy lo describe como “la realización de actividades cuyo objetivo es cumplir las metas de una organización, anticipándose a los requerimientos del consumidor y dirigiendo un flujo de mercancías aptas a las necesidades y los servicios que el productor ofrece al consumidor”.
Como pueden observar, aunque las definiciones varían según el autor, hay un denominador común: las personas. El objetivo final de una campaña de marketing exitosa es el crecimiento del negocio, reflejado en ventas y otros indicadores clave.
En este artículo, vamos a explorar algunas de las áreas del marketing que, cuando se trabajan de manera conjunta, pueden hacer que las estrategias sean realmente efectivas.
1. Trade Marketing: La “Infantería” del Marketing en el Punto de Venta
El trade marketing es una rama del marketing fundamental en la estrategia de ventas, especialmente en el punto de venta. ¿Qué significa exactamente?
Son planes de acción y estrategias de marca que transforman el punto de venta, haciéndolo más eficiente y dinámico para ofrecer una experiencia superior al consumidor. El objetivo es generar un entorno donde el cliente se sienta atraído y cómodo, facilitando su decisión de compra.
2. Shopper Marketing: Estrategias Basadas en el Comportamiento del Consumidor
Otra área clave del marketing es el shopper marketing. Esta estrategia se centra en el comportamiento del consumidor en el punto de venta. ¿Qué lo hace tan relevante?
Se trata de una estrategia basada en datos obtenidos a través de investigaciones sobre las tipologías de consumidores. El objetivo es alinear los productos y servicios con las expectativas y preferencias del consumidor en el momento exacto de la compra. En otras palabras, se trata de diseñar la experiencia de compra en función de lo que el consumidor realmente busca en el punto de venta.
3. La Evolución del Marketing: De la Imposición a la Personalización
El marketing y sus acciones siempre están definidos por las personas. De ahí que existan tantas ramas dentro del mercadeo, cada una con el objetivo de entender mejor los gustos, hábitos y motivos de compra del consumidor, para ofrecerle lo que realmente necesita.
Hoy, ya han quedado atrás esos tiempos en los que los consumidores eran bombardeados con spots publicitarios impositivos, en los que se les “obligaba” a comprar productos que tal vez ni siquiera necesitaban. Ahora, el marketing se ha convertido en una herramienta mucho más personalizada, que se adapta a los intereses del público.
4. La Conexión entre lo Real y lo Virtual: La Experiencia Integral del Marketing
En la actualidad, la conexión entre lo real y lo virtual debe ser constante. El marketing digital ofrece al consumidor la oportunidad de conocer un producto o servicio en su totalidad antes de llegar al punto de venta. A través de historias, argumentos y recomendaciones en redes sociales o sitios web, el consumidor llega a tomar decisiones de compra más informadas.
Sin embargo, todo este esfuerzo se puede ver truncado si, al llegar al punto de venta, la experiencia no coincide con lo que el cliente esperaba tras su interacción digital. Si la realidad en el punto de venta es diferente a lo que se prometió online, todo el trabajo previo habrá sido en vano. La consistencia entre ambas experiencias es esencial para lograr una conversión exitosa.